Comenzó su carrera con el Escogido en 1959 y jugó hasta la campaña de 1971-72, para luego regresar al conjunto rojo para los torneos del 80 al 82.
En su primera temporada completa (60-61) impresionó de inmediato con promedio de .330, 29 anotadas, 27 empujadas, además de liderar la Liga en hits con 69.
En cuatro ocasiones bateó sobre los .300, en una carrera en la que se apuntó con los Leones 505 imparables y 79 dobles, el tercero mejor histórico del club en ambos departamentos.
Formó parte de los equipos campeones de los torneos 59-60, 60-61, 68-69, 80-81 y 81-82.