Desde su llegada al Escogido en 1987, Junior Noboa contribuyó notablemente a que los rojos recuperaran su relevancia en el béisbol dominicano.
Parte de sus grandes momentos los guardó para la postemporada, siendo un bateador de .300 (283-85) en la etapa Round Robin y Más Valioso en la final 88-89, en la que bateó .500 (18-9) con 8 remolcadas.
El infielder brilló en la etapa regular con un liderato de hits (57) y otro en triples (4) en la campaña 93-94.
Formó parte de los equipos campeones de 1987-88, 88-89, 89-90 y 91-92. Jugó por última vez con los Leones en 1995.